La digitalización en hostelería está en marcha. Cada vez más negocios buscan herramientas para automatizar procesos, reducir costes y mejorar el servicio. Pero no todo vale. Muchos restaurantes cometen errores al introducir tecnología sin una estrategia clara. Aquí te contamos los más comunes… y cómo evitarlos.
- Elegir soluciones que no se integran con el TPV
Uno de los fallos más habituales es implantar una app o sistema que no se conecta con el software de gestión del local. ¿Resultado? Doble trabajo, errores y frustración.
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- Solución: Busca herramientas como Lymon, que se integran directamente con tu TPV y simplifican el flujo completo de trabajo.
- Obligar al cliente a descargar una app
El cliente no quiere instalar nada para poder pedir una bebida. Si tu solución requiere una app, estás poniendo una barrera innecesaria.
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- Solución: Utiliza plataformas que funcionen con solo escanear un código QR, como Lymon.
- No implicar al equipo
La tecnología puede ser excelente, pero si tu equipo no la entiende o no la explica bien, fallará. La transición debe ser clara y progresiva.
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- Solución: Forma a tu personal para que transmita confianza al cliente y aproveche la herramienta al máximo.
- Descuidar la carta digital
Muchas cartas digitales son simplemente un PDF mal adaptado. Una mala experiencia de usuario genera rechazo y baja interacción.
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- Solución: Apuesta por una carta digital profesional, visual, clara, editable y fácil de navegar.
- Querer digitalizar todo de golpe
Implementar todos los cambios a la vez puede generar caos y rechazo por parte del equipo o los clientes.
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- Solución: Empieza por lo más útil: pedir y pagar desde el móvil, luego suma kiosko, delivery o takeaway.
Conclusión:
Digitalizar tu restaurante es una gran decisión, pero debe hacerse bien. Con herramientas que realmente te ayuden, sin añadir más trabajo ni confundir al cliente. Y siempre de la mano de un equipo que entienda tu día a día. Empieza paso a paso con Lymon, plataforma para pedir y pagar en hostelería. Agenda una demo y te la enseñamos sin compromiso.