Durante 2017 finalizó con un nuevo máximo histórico en la contratación de personas con alguna discapacidad, según las cifras del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). De esta manera, se contabilizaron 2.995 empleos (2,7% del total del país), 16 por ciento más que el año anterior.
Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco, el año pasado se alcanzaron casi 3000 contratos para personas con discapacidad en la Región, una noticia que prueba la naturaleza inclusiva que ha surgido después de la salida de la crisis. Esto ha impulsado una sensibilidad cada vez mayor de las diferentes empresas y un cada vez mayor empoderamiento de las personas con discapacidad.
Si analizamos las características de estos contratos, se observa que, contrario de lo que sucede a nivel nacional, 67 por ciento (2.006 contratos) se han firmado en la empresa ordinaria, mientras que 33 por ciento (989 contratos) se han producido el ámbito del empleo protegido. Estas estadísticas convierten a Murcia en la Comunidad Autónoma en proporción que genera más empleo en el mercado de trabajo abierto, también conocidas con empresas ordinarias.
Del Empleo Protegido al Mercado Abierto
El mercado de trabajo brinda diferentes alternativas a la hora de abordar el empleo al colectivo de personas con discapacidad, destacando las siguientes:
- Centros ocupacionales: esta modalidad no se trata de empleo propiamente dicho sino más bien una actividad asistencial. La meta es promover el desarrollo de las competencias y habilidades, enseñando a los discapacitados que favorecen su posterior acceso a una plaza de trabajo.
- Empleo protegido: la finalidad de este paso es desempeñar un trabajo remunerado en los Centros Especiales de Empleo (CEE). De esta manera, se constituye un puente hacia el empleo en la empresa ordinaria. Es importante destacar que las plantillas de los CEE tienen que tener un mínimo de 70 por ciento de empleados con discapacidad.
- Empleo ordinario: esta modalidad trata del desempeño de una actividad remunerada en el entorno habitual de trabajo. En este caso, el profesional con discapacidad desempeña las mismas funciones que cualquier otra persona. Sin embargo, hay que acotar que en algunas oportunidades es necesario ajustar algunas tareas a los requerimientos del trabajador.
Fuente: murciadiario.com