Sin duda alguna, la industria es uno de los ejes fundamentales de la economía de la Región de Murcia. La magnitud del peso del sector es tanta que su cifra de negocio creció 13,8% durante 2017, un porcentaje superior a la media nacional (7,6%), según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
De igual forma, el índice de producción aumentó 9,2% en los pasados 12 meses, lo que convierte a Murcia en la comunidad autónoma que mayor crecimiento experimentó en ese periodo de tiempo. Es importante destacar que la media en el resto de comunidades fue de 2,6%. Estas cifran confirman una vez más el dinamismo, capacidad emprendedora y peso murciano en el producto interno bruto. Murcia se ha posicionado como potencia fabril y como una fuente importante de generación de empleo en forma continua.
El tejido industrial murciano basa su estrategia en distintas variables utilizadas para mejorar su competitividad e innovación. También, apuesta por la calidad, e internacionalización como líneas estratégicas de su filosofía para producir mucho más, más rápido y en mejor forma.
El Gobierno regional camina en forma paralela al sector con planes de actuación para impulsar el desarrollo industrial de forma sostenida. El objetivo de esto es que las grandes empresas tractoras establecidas en la Región sirvan de “efecto llamada” sobre las pequeñas y medianas empresas, emprendimientos que representan un gran volumen de empleo y riqueza.
En esta oportunidad, el Ejecutivo regional ha presentado la “Agenda para el Impulso Industrial y Tecnológico”. Este documento está conformado por una estrategia con más de 70 acciones de planificación de política industrial para la Región de Murcia, teniendo como horizonte el año 2021. Entre los objetivos principales de esta iniciativa es impulsar y fortalecer el ecosistema industrial y tecnológico para que este ámbito consiga representar 21 por ciento del valor añadido bruto en el año en cuestión. También, se busca convertir al sector en el motor principal del cambio de paradigma en la economía regional y así promover una estrecha colaboración entre los empresarios, investigadores y en la innovación propia de los emprendedores. Por otro lado, también se pretende diseñar y desarrollar nuevos modelos de negocios, productos, servicios y diferentes procesos industriales que mejoren la competitividad en las organizaciones.
Fuente: www.laverdad.es