Los investigadores de la Universidad de Murcia, Ángel Olaz Capitán y Pilar Ortiz García, abordan en un estudio todo lo relativo al emprendimiento laboral en personas con algún tipo de discapacidad. Sus conclusiones afirman que hombres y mujeres discapacitados física y sensorial que los aspectos que más dificultan el emprendimiento son las trabas institucionales, la falta de confianza en ellos, los pocos recursos existentes para cada tipo de discapacidad y las limitadas líneas de financiamiento exclusivas para este colectivo.
Se hace necesaria, por tanto, la existencia de más medios humanos y técnicos, insisten los representantes de asociaciones, como es el caso de los traductores de lengua de signos. De igual modo, los resultados muestran una carencia en la oferta formativa de emprendimiento adaptada a este colectivo.
En la fase cualitativa del estudio se identificaron las dimensiones más importantes, ya sean efectos incentivadores o limitadores, afectan directamente la capacidad de emprender de los minusválidos. Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), para 2016 la tasa de actividad para las personas con discapacidad apenas alcanza 32%.
Los investigadores responsables de la investigación matizan que al hablar de emprendimiento como empleo independiente, según información del INE, la tasa de discapacidad disminuye hasta llegar al 12%. Es un hecho que los minusválidos tienen mayor dificultad para crear empresas. Pilar Ortiz García afirma que cada día se emprende con mayor edad, una realidad que afecta a personas con o sin discapacidad, lo que hace que la empresa como tal tenga un menor recorrido.
Fuente: www.murcia.com