El Ayuntamiento mejorará la señalización de aviso en los cruces de Juan Carlos I y Juan de Borbón para reducir los siniestros entre coches y usuarios, los más habituales – En la calle Torre de Romo y en los accesos al campus de Espinardo habrá un nuevo pavimento.
FERNANDO SÁNCHEZ Con la intención de que los ciclistas puedan transitar más seguros por los carriles bici y de que los coches y motos dispongan de una mejor señalización en los puntos donde se deben cruzar con ellos para evitar accidentes, el ayuntamiento de Murcia encargó un informe para conocer cuáles son los puntos negros de la red de vías ciclables de la ciudad. Las principales conclusiones dejan ver que las grandes avenidas como Juan Carlos I y Juan de Borbón son en las que se producen un mayor número de siniestros de bicicletas contra vehículos a motor, y que la calle Torre de Romo supone un peligro para los usuarios de la bicicleta, ya que soporta una gran intensidad de tráfico y mucha afluencia de autobuses de línea.
Las soluciones se están preparando ya y se han presentado a la nueva empresa que se encargará del mantenimiento de los carriles bici en los próximos dos años. CHM Infraestructuras realizará todos los trabajos de adecuación y conservación, de señalización horizontal y vertical, así como el mantenimiento de los aparcabicis en horquilla, garantizando su reparación, limpieza y reposición. Algo que, según explicaba la concejala de Tráfico, Seguridad y Protección Ciudadana, Lola Sánchez Alarcón, «supondrá un ahorro de tiempo y dinero respecto al procedimiento actual de contratar cada trabajo de forma independiente».
Así, en Juan Carlos I se intensificará la señalización vertical de aviso a los vehículos que acceden a la avenida o a los que la abandonan hacia una de las calles perpendiculares que la cruzan, puntos en los cuales se producen los accidentes que afectan a los ciclistas. En Juan de Borbón se colocarán más señales y se harán más visibles las existentes en los cruces entre el carril bici y las calles perpendiculares, incrementando la seguridad del ciclista.
En Torre del Romo se mejorará la señalización y el pavimento, mientras que en la calle Regidor Cayetano Gago y en los acceso al Campus de Espinardo también se reforzará la señalética, sobre todo en los cruces donde circulan los tranvías.
Las actuaciones en el carril de la Mota del Río habrá un incremento de la seguridad y se colocarán más balizas de kilometraje, mientras que en Torreagüera se limitará la velocidad de los vehículos a motor a 30 kilómetros por hora en las inmediaciones de las vías para bicicletas.
Otra de las zonas estudiadas es la carretera de El Palmar, donde existe una alta intensidad de tráfico, que junto al tránsito de vehículos pesados y al no haber espacio para incluir un carril bici segregado, hará que se estudie una reducción del límite de velocidad.
Por otra parte, el Consistorio continúa trabajando en la creación de una malla urbana de carriles bici interconectados en los ejes Norte-Sur y Este-Oeste de la ciudad, que pretende crear una red ciclable urbana de 20 kilómetros completamente segregados y conectados entre sí. La red prevista unirá entre sí las diferentes vías ciclables existentes, lo que permitirá recorrer en bicicleta más de 200 kilómetros continuados, ofreciendo mayor seguridad a los usuarios en el casco urbano, como explicó el alcalde José Ballesta durante la I Jornada de Participación Vecinal del Ayuntamiento del pasado viernes.